Existen en el mundo multitud de tipos de caminos.
Hay caminos rectos y serpenteantes.
En ascenso, y en bajada.
Existen incluso caminos de baldosas amarillas...
Pero solo en Meirás tienen una senda alicatada con las conchas de las caracolas que el tempestuoso mar de la costa Ártabra desterró.
Quizás si te adentras por esta senda, si te dejas llevar por la hipnótica espiral, puedas escuchar el rumor de las olas que vienen y van...
2 comentarios:
Joe Miguel, que filosofico tio!!,,,que te has fumao??,,jajaja,,.
Bonita foto por cierto
Que bueno...
Caracolas de mar!! otra cosa que se nos pasa desapercibida.
Ese camino tenía algo especial visto al rás, quizás los demás no supieron apreciarlo.
La caracola rosa en la línea de los tercios compone muy bien.
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